Ante la necesidad de reemplazar los viejos Mirage III,
volvió a tomar fuerza el proyecto de adquirir un grupo de Kfir Block 60. Como
alternativa evalúan poner ese dinero en la fábrica nacional de aviones:
prometen que la primera unidad de los postergados Pampa III volará en 2015
La necesidad de cubrir ese bache de tiempo llevó al kirchnerismo a reflotar la idea original de comprar entre 12 y 18 Kfir Block 60 a Israel por unos u$s200 millones.
"Ese espacio de transición se puede resolver de
diferentes maneras. Como posibilidad hemos analizado y tenemos en vías de
cerrar una serie de iniciativas. Una de ellas son los Kfir", confirmó este
miércoles el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
La otra alternativa para cubrir el bache o stop-gap es
utilizar ese mismo dinero para acelerar la postergada fabricación nacional de
los 40 IA-63 Pampa III anunciados en 2011.
Cualquiera de las dos alternativas necesita tiempo. Lo que
necesita decisión son los Kfir. La producción de los Pampa sigue. Lo único que
hay que ver es si se vuelca a lo de los Pampa un flujo de fondos que podría
estar destinado a los Kfir como para acelerar los tiempos", explicó Rossi,
en el encuentro con periodistas de distintos medios que se realizó el miércoles
en la base militar del Aeroparque Jorge Newbery, luego de que el alerta
meteorológico obligara a suspender la visita a la Fábrica Argentina de Aviones
(FAdeA).
Un gran tramo del reportaje de más de una hora estuvo
dedicado al estado de la planta nacionalizada hace cinco años. Tanto Rossi como
Rodríguez reconocieron que está demorada la esperada entrega del primer avión
construido en la fábrica, pero defendieron la decisión estratégica de
estatizarla y avanzar con el proyecto Pampa III, que se estima costará unos
u$s500 millones.
Dos factores explican la tardanza. Por un lado, la compleja
trama de proveedores repartidos por todo el mundo. Algunos de ellos debieron
volver a elaborar componentes que habían sido diseñados para el avión Pampa
veinte o hasta treinta años atrás. Para poner en marcha la producción, muchas
de esas compañías exigen que el trabajo les sea pagado por adelantado entre 24
y 30 meses antes. En ese punto influye el segundo factor: la mayoría de los
dólares que el Gobierno tiene disponibles deben ser dedicados a la importación
de energía.
"Hicimos un balance razonable en función de los
intereses más generales del país. En ese marco, entre la cadena de proveedores,
la reconfiguración de la línea de producción y un balance de divisas razonable
es que están configurados los tiempos actuales del proyecto", explicó
Rodríguez.
La estructura principal del primero de los 40 Pampa III está
armada desde fines de 2013. Pero no está en condiciones de despegar porque aún
le faltan "cinco o seis componentes críticos". Si los tiempos se
cumplen, la promesa es que el año que viene podrá tener su vuelo inaugural.
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