La Fábrica Argentina de Aviones asegura que la compra de
aviones no afectará al IA-63 Pampa III
El Estado evalúa adquirir unidades de Italia, EE.UU. y
Francia, pero desde Fadea aseguran que esas operaciones no afectarían al Pampa
III.En 2018 los cazas de combate A4 ya no podrán volar más. Esto generó una
discusión sobre las aeronaves que los reemplazarán.
Mientras la conducción de la Fábrica Argentina de Aviones
(Fadea) pone todas sus fichas a retomar la producción del Pampa III, a nivel
nacional se desató una polémica por las conversaciones abiertas para la compra
de aviones a Italia y Estados Unidos que podrían rozar los planes de la empresa
cordobesa.
“No hay ninguna operación cerrada”, le aseguró recientemente
el ministro de Defensa, Julio Martínez, al titular de Fadea, Ercole Felippa,
según trascendió de fuentes de la fábrica cordobesa.
Fadea trabaja por achicar el déficit que dejó la anterior
conducción kirchnerista, pero tiene como estrategia de negocio retomar la
producción de los 40 aviones Pampa encargados por la Fuerza Aérea.
Felippa proyecta retomar la producción de las aeronaves en
2017, una vez que este año queden al día las deudas con los proveedores
externos.
El disparador de una discusión que se realiza todavía en un
ámbito reservado fue la confirmación de que la Fuerza Aérea desprogramará los
últimos tres aviones de combate que le quedan en uso. Hace poco más de un mes
se informó que en 2018 quedarán fuera de servicio los 15 cazas A4-AR
Fightinghawk,
de los cuales hoy sólo tres están en
condiciones
de volar.
Esos aviones fueron vendidos por Estados Unidos al Gobierno
de Carlos Menem como una suerte de compensación por la decisión del país del
norte de bajarle el pulgar a Argentina para seguir adelante con el proyecto del
misil Cóndor II que se desarrollaba en la planta de Falda del Carmen, a pocos
kilómetros de la ciudad de Córdoba.
A fines del año pasado, el gobierno kirchnerista
desprogramó los últimos caza Mirage III que quedaban –uno de los cuales hizo
su vuelo de despedida sobre el aeropuerto Taravella– y en julio pasado se
confirmó que en 2018 quedarán fuera de servicio los A4-AR.
La Fuerza Aérea perdió 80 aviones en la Guerra de Malvinas y
en 2018 se quedaría sin aviones de combate supersónicos. Ese escenario puso en
discusión las opciones que ofrece el mercado para reemplazar la escasa flota
que, más que para una hipótesis de conflicto, se requieren para el
entrenamiento de pilotos.
Compras en la mira
Según trascendió, en el Ministerio de Defensa se barajaban
dos alternativas que generaron ruido dentro de la Fuerza Aérea.
Pero según fuentes de Fadea, el ministro de Defensa, Julio
Martínez, remarcó que todavía no hay “ninguna operación” cerrada para la
adquisición de aviones.
La primera opción de compra que trascendió es el M-346
Master de la italiana Aermacchi, que no es un avión propiamente de combate,
aunque puede adecuarse para ataque ligero. Es una aeronave de entrenamiento
avanzado.
El M-346 Master tiene un costo de 30 millones de dólares por
unidad, el doble de lo que cuesta un Pampa III. Además tiene dos motores cuyo
mantenimiento de rutina se deberá realizar en el exterior y demandará unos tres
millones de dólares.
La Fuerza Aérea italiana cuenta con 77 de esos aviones y
también fueron vendidos a Emiratos Arabes (48) y la fuerza aérea israelí (30
aparatos).
Fuentes de Fadea señalaron que el M-346 solamente compite
con el Pampa III en algunas prestaciones, pero en realidad es un aparato de
otro segmento aeronáutico.
La otra alternativa surgió durante la visita al país del
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ofreció a su par Mauricio
Macri, aviones
T6-C Texan II.
La operación sería por 24 aeronaves a un costo de 300
millones de dólares.
Mientras desde algunos sectores advierten que la
adquisición de los aviones estadounidenses significaría la muerte del Pucará,
desde Fadea dicen que tampoco el Texan compite con el avión argentino.
Antes de fin de año la empresa espera tener remotorizado un
Pucará y continuar con otros que necesitan ser modernizados.
También hay otra iniciativa de la anterior conducción de la
Fuerza Aérea que propuso comprar un escuadrón de caza Mirage F-1 a Francia. El
Gobierno francés se lo habría vuelto a ofrecer a Macri a 23 millones de dólares
por unidad, lo que es casi un regalo ya que son aviones supersónicos de combate
y con aviónica de última generación. Ese contrato rondaría los 280 millones de
dólares.
En Fadea mantienen bajo perfil sobre el debate abierto por
la compra de aviones, pero descuentan que el contrato para la fabricación del
Pampa III GT, de uso táctico, está asegurado.
La estrategia comercial de Fadea para 2017. 40 aviones es lo
que prevé el contrato con la Fuerza Aérea. Hay un Pampa III que ya está en
vuelo y el año próximo se prevé producir dos unidades.
LaVoz
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