El transbordador espacial Atlantis cierra el programa de lanzaderas espaciales usadas por la Nasa para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional ( ISS en inglés ).
Misión STS-135
Tras el despegue del Atlantis rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), en su último viaje histórico de un transbordador espacial de la NASA, puso fin a 30 años de programa espacial estadounidense.
Desafiando al mal tiempo, la nave comenzó su misión a las 11:29 hora local (12:29 hora argentina) desde Cabo Cañaveral, Florida, en medio de oscuras nubes que hasta el último minuto amenazaron con retrasar el histórico despegue, seguido por cientos de miles de personas que se desplazaron hasta los alrededores de la base para no perderse la histórica ocasión, y por millones más que lo siguieron a través de la televisión.
La cuenta atrás se detuvo a falta de 31 segundos del despegue para verificar la retracción del brazo de ventilación de oxígenos (conocido como 'Bernie Cap' en la jerga espacial), según informó el director del lanzamiento Mike Leinbach. Tras la "verificación" de turno, y en vez de volver a iniciar la cuenta atrás, Leinbach y su equipo estimaron que el despegue podía seguir su curso y aprovechar la "ventana" abierta antes de la llegada del mal tiempo.Las condiciones meteorológicas y técnicas eran favorables para dar comienzo a la misión final del transbordador espacial Atlantis. Datos técnicos y el control desde Houston comenzaba a dar las órdenes para el comienzo de los pasos al despegue final.
Tras la primera humareda y la oleada de calor, se encendió la bola de fuego que impulsó al Atlantis durante 42 segundos antes de perforar el mar de nubes. El rugido del transbordador y su estela blanca se quedaron aún flotando en el aire durante varios segundos después de su 'desaparación'.
"Hemos tenido una suerte tremenda con el tiempo", certificó la meteoróloga de la NASA Kathy Winters. "Ha sido uno de los despegues más impecables y limpios de estos treinta años", certificó Mike Leinbach.
Minutos antes de zarpar, el comandante Christopher Ferguson dedicó unas palabras de agradecimiento en homenaje a todos los que han contribuido al programa del transbordado espacial: "El 'shuttle' ha sido siempre un reflejo de que una gran nación es capaz de conseguir... No estamos acabando hoy ningún viaje; estamos cerrando un capítulo de un viaje que nunca acabará".
Con esta misión en la ISS, la NASA concluye los viajes de sus transbordadores, tras un total de 135 lanzamientos.
Acoplamiento a la Estación Espacial Internacional
El acoplamiento se producía sin contratiempos a las 15:07 GMT (12:07 pm en Argentina), un minuto más tarde de lo previsto, tras una precisa maniobra de aproximación en la que la nave se había desplazado apenas a tres centímetros por segundo, según confirmaba la NASA.
"Acoplamiento confirmado", confirmaba el centro de control desde Houston (Texas). Ha sido el decimosegundo encuentro entre el Atlantis y la EEI y el transbordador número 37 en acoplarse al complejo orbital.
La apertura de la escotilla de la nave espacial había sido programada para dos horas y diez minutos más tarde, tiempo necesario para comprobar la presión y que no haya riesgo de fugas.
Tradicional tañido
La llegada de la tripulación del último transbordador espacial a la Estación Espacial Internacional ( EEI – ISS en inglés ) era saludada, como de costumbre, por el sonido de una campana, tradición tomada de la Marina. Posteriormente, tenía lugar la ceremonia de bienvenida.
El Atlantis llegaba a la estación una hora antes de la operación de atraque para posicionarse justo 200 pies debajo de la misma. El comandante Ferguson realizaba una maniobra, de aproximadamente nueve minutos, para exponer el vientre de la nave, cubierto de tejas térmicas, para que tres de los seis astronautas a bordo de la ISS pudiesen fotografiarlo.
El ruso Sergei Volkov, el estadounidense Michael Fossum y el japonés Satoshi Furukawa empleaban el zoom a 1000 mm, 800 mm y 400 mm para fotografiaron con detalle dicho escudo térmico.
Esas imágenes de alta definición eran transmitidas al centro de control en Houston para fueran sometidas a análisis y detectaran posibles daños en el revestimiento producidos durante los primeros minutos del lanzamiento.
Trabajo de investigación
Con su llegada, el laboratorio del complejo espacial recibía un experimento para desarrollar vacunas contra enfermedades gastrointestinales, como la provocada por la salmonella, con el fin de abrir una fase de investigación sobre el comportamiento de estas bacterias en condiciones de microgravedad.
El Atlantis llevaba además el módulo multiusos Rafaello, lleno de suministros y piezas de repuesto suficientes para mantener las operaciones de la estación una vez que dejen de funcionar los transbordadores.
Por último, transportaba el experimento Robotic Refueling Mission (RRM), diseñado para demostrar y probar herramientas, tecnologías y técnicas necesarias para reabastecer mecánicamente a los satélites en el espacio.
El Atlantis, era el cuarto de la flota de transbordadores de la NASA, y había hecho 32 vuelos espaciales en sus 26 años en activo, en los que ha pasado más de 293 días en el espacio y ha recorrido 194.168.330 kilómetros.
Desacoplamiento de la Estación Espacial Internacional
El Atlantis se separaba con éxito de la Estación Espacial Internacional (ISS)e iniciaba su regreso a la Tierra, previsto para este jueves 21 de agosto de 2011.
Este último desacople del transbordador de la ISS, ocurrió a las 3:28am hora argentina, como estaba previsto, a 350 Km de la vertical del Pacífico.
Minutos después, el sonido de una campana resonó a bordo de la ISS para saludar la salida del 'Atlantis', siguiendo una tradición de la Marina. "El Atlantis dejaba la ISS por ultima vez", dijo a continuación Ronald Garan, uno de los dos astronautas estadounidenses miembro de la tripulación permanente de la estación. "Gracias por haber concluido la 37 misión de construcción de la ISS, este extraordinario laboratorio orbital", añadió antes de desearles "buen viaje".
Previamente, los tripulantes del 'Atlantis' se despidieron de la ISS y dejaron la bandera que viajó en la primera misión de un transbordador.
En una breve ceremonia el comandante Chris Ferguson, el piloto Dough Hurley y los especialistas de misión Sandra Magnus y Rex Walheim agradecieron su "hospitalidad" a los tripulantes de la Estación Internacional.
Como recuerdo de esta histórica misión hicieron entrega de la bandera que viajó al espacio en la misión STS-1 que realizó el Columbia el 12 de octubre de 1981 y un escudo conmemorativo de la misión STS-135 del Atlantis, la última de la era de los transbordadores.
La enseña estadounidense quedaraba así como testigo del programa estrella de la NASA que concluyó, después de 30 años, con la vuelta del Atlantis.
El comandante de la Expedición 28 de la ISS Andrey Borisenko, los cosmonautas Sergei Volkov y Alexander Samokutyaev, el japonés Satoshi Furukawa y los estadounidenses Ron Garan y Michael Fossum, se fundieron en un abrazo con sus compañeros antes de despedirse.
"Ha sido un gran honor haberos tenido a bordo", dijo Garan, uno de los dos astronautas de la ISS, que realizó la única caminata espacial programada en esta misión. "Ha sido fantástico ser parte de esta importante e histórica misión", añadió.
Cierre de la escotilla
La escotilla por la que han estado comunicados el 'Atlantis' y la ISS se cerró a las 11.28 hora de la costa este estadounidense (12.28 hora argentina), mientras orbitaban a 380 kilómetros de la Tierra, después de haber compartido siete días, 21 horas y 41 minutos.
Durante la jornada del lunes ,18 de julio de 2011, los especialistas Magnus y Hurley recuperaron el módulo multipropósito 'Raffaello' que estaba acoplado al módulo Harmony y volvieron a introducirlo en las bodegas del transbordador.
'Raffaello', de 6 metros de largo por 4 de ancho ha llevado 4.000 kilos de suministros y equipos, incluidos más de 1.100 kilos de comida, que ayudarán a que la ISS continúe operando durante 2012.
Además, trajo a la Tierra 2.500 kilos de artefactos almacenados en la estación espacial, como la bomba de amoniaco del sistema de ventilación que se estropeó el año pasado, para que los expertos de la NASA analizaran el motivo del fallo.
El Atlantis pone punto final a la era de los transbordadores
Sigilosamente y en plena madrugada, precedido por el 'boom' sónico que ha presagiado durante 30 años su regreso a Tierra, el último transbordador espacial ha regresaba sin incidentes a Cabo Cañaveral. El Atlantis ponía fin a la última de las 135 misiones del 'shuttle' y se convertirá en los próximos meses en 'pieza de museo': de máxima atracción turística del Centro Espacial Kennedy, que acaba de cerrar uno de los capítulos más largos, inciertos y accidentados de su historia.
Triunfalismo prematuro
Tras la última misión del Atlantis, la vibración incomparable que acompaña desde hace 30 años al fulgurante ascenso del 'shuttle' dejará paso a un vacío insondable en la NASA, acechada por los despidos, los recortes presupuestarios y la 'fuga de cerebros' que han dejado a la deriva el programa espacial.
Se supone que el fin del transbordador iba a abrir las puertas a una 'nueva era', encabezada por compañías privadas como SpaceX u Orbital Sciences, pero el relevo con misiones tripuladas no llegará hasta dentro de tres o cuatro años. El triunfalismo prematuro ha dejado paso a un pesimismo casi unánime, extendido como una epidemia en las dependencias obsoletas y cada vez más vacías de la NASA.
Pocos expertos cuestionan, sin embargo, que había llegado el momento de jubilar al 'shuttle', al cabo de 135 vuelos (la mitad de los prometidos), 14 astronautas muertos en dos accidentes mortales (Challenger y Columbia) y más 192.000 millones de dólares consumidos desde el inicio del programa (el doble de lo calculado).
Futuro incierto
Lo único cierto en el futuro inminente de la NASA es la nueva cadena de despidos que dejará el programa del 'shuttle' con apenas 1.000 trabajadores (de los 17.000 que llegó a tener).
La agencia ha firmado sendos y multimillonarios contratos con SpaceX y Orbital Sciences para una larga veintena de vuelos no tripulados a la Estación Espacial Internacional de aquí al 2015, pero los problemas técnicos pueden dilatar el calendario, y hasta entonces no queda otro remedio que 'alquilar' la nave rusa Soyuz.
En el horizonte -aunque cada vez lo escuchamos menos- está la meta inconcreta de lanzar una nave tripulada a un asteroide (no se sabe cuál ni cuándo), como paso intermedio hacia lo que todos consideran "el próximo paso lógico". O sea, Marte. Pero lo cierto es que el planeta rojo parece cada vez más lejano mientras la NASA siga sin salir del 'agujero negro'.
Esta vez fueron tan sólo cuatro los astronautas –el comandante y capitán de la Marina retirado Christ Ferguson; Dough Hurley, piloto y coronel del cuerpo de Infantería de Marina; Sandra Magnus, ingeniera; y Rex Walheim, coronel retirado de las Fuerzas Aéreas- por razones de seguridad y de 'overbooking' en la nave Soyuz (con capacidad para tres tripulantes), que habría sido usada como rescate para su regreso a tierra firme si algo hubiera fallado en el último 'shuttle'.
"Vamos a contar con nuevas y apasionante oportunidades para volar al espacio", decía en órbita el especialista Rex Walheim, en una de las últimas comunicaciones antes de emprender el regreso. Por momento, y hasta que las compañías privadas Space X y Orbital Sciences desarrollen sus programas de naves tripuladas, la NASA va a tener que 'alquilar' la nave rusa Soyuz para manda a sus astronautas al espacio.
La tripulación del STS-135 despertaron a la madrugada con un tema elegido para la ocasión, 'Fanfare for the Common Man' de Aaron Copland, en honor al comandante Ferguson. Tras completar una simulación de aterrizaje por ordenador y comprobar el funcionamiento de todos los dispositivos de la nave, el Atlantis se desenganchó de la órbita y entró sin mayores problemas en la atmósfera terrestre.
El transbordador espacial fue puntualísimo y tocó la pista del Centro Espacial Kennedy a las 5.58 de la madrugada hora local (06,58 de la mañana de Argentina) tras completar una misión de 13 días.
Tras el aterrizaje del Atlantis, han concluido tres décadas del programa espacial de vuelo de la NASA, pero la misión STS-135 también marca el final de las operaciones de apoyo de los transbordadores a la Estación Espacial Internacional ( ISS ) . A partir de su arribo a la Tierra el Atlantis ya se convertirá en la principal atracción del museo del Kennedy Space Center
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