Años de desinterés llevaron a no ocuparse en trazar un plan
de defensa que trascienda los gobierno para sostener y mejorar, el material de combate de las Fuerzas Armadas. En cuanto
a la defensa aérea, la desidia política, llevó a despreciar un plan de defensa
y una reconstrucción de la Fuerza Aérea y de la Aviación Naval. La precariedad
y la falta de poder aéreo queda, más que nunca, en evidencia ante
acontecimientos como una asunción presidencial o visitas de mandatarios
extranjeros para cuya ocasión es necesario tener el espacio aéreo protegido.
Sin aeronaves de combate las instituciones militares, creadas
para tal fin, quedan desdibujadas y sin un propósito definido. Argentina no se
puede dar el lujo de seguir dejando su espacio aéreo sin protección. Ningún
país de la región ha deja de lado la protección de su espacio aéreo, terrestre
o marítimo.
La Argentina no tiene aviones militares aptos para proteger
al Air Force One de Obama.
La Fuerza Aérea Argentina solo tiene 7 aeronaves en capacidad operativa para volar. Dichas, no alcanzan la velocidad ni la altura del poderoso avión del presidente de EEUU. Para la custodia, el gobierno norteamericano tuvo que enviar a 4 caza de combate F-16, para cubrir esta carencia.
Si bien la Fuerza Aérea asignó dos turbohélices IA-58 Pucará
y dos jet de entrenamiento artillados IA-63 Pampa, la administración
norteamericana tuvo que enviar cuatro cazas F-16 para dar protección aérea a la
poderosa aeronave presidencial.
El principal problema que enfrenta la Argentina es que el
Pucará tiene una altura máxima de vuelo de 6000 metros y una velocidad máxima
de 450 kilómetros por hora. El Pampa, por su parte, alcanza los 9000 metros y
los 750 kilómetros por hora. En cambio, el Air Force One logra una altura de 14
mil metros y una velocidad máxima de 950 kilómetros por hora, muy por encima de
la máxima capacidad del deteriorado parque aéreo de defensa argentino.
Argentina sólo tiene siete aviones de combate operativos.
Ante la imposibilidad de escoltar el avión de Obama, el
vicepresidente de la Liga Naval, Fernando Morales, dijo que Argentina tiene
sólo siete aviones de combate operativos.
Las Fuerzas Armadas de Argentina tienen solamente siete
aviones de combate en estado operativo, y pocos pilotos con escalafón para
poder pilotearlos. La situación quedó en evidencia con la llegada al país del
presidente norteamericano Barack Obama, ya que Argentina no pudo escoltar su
avión en el aire: los aviones argentinos no pueden alcanzar ni su velocidad ni
su altitud.
“Argentina tiene sólo siete aviones operativos, con
capacidad para volar”, dijo el vicepresidente de la Liga Naval, Fernando
Morales.
“¿Por qué Obama tiene que traer cuatro aviones de su propia
flota? Porque los nuestros no dan ni la altura ni la velocidad para poder
escoltar al avión presidencial, que no deja de ser un jet comercial, igual que
los aviones comerciales grandes de cualquier aerolínea”, explicó Morales.
“Incluso Cuba pudo escoltar el avión de Obama, y nosotros no
podemos”, remarcó.
Pero el problema no termina en la falta de aviones. Tampoco
hay pilotos con escalafón para pilotearlos.
“La aviación naval fue capaz de egresar a solo a dos pilotos
navales en 2015”, precisó Morales.
“No hay como hacer las prácticas de vuelos obligatorios. Los
pilotos egresados tienen que esperar dos o tres años, porque no hay aviones
para que hagan sus prácticas”, indicó.
“Lo que está ocurriendo es que el piloto, porque no puede
volar, pierde su habilitacióm. Entonces, lo que hacen es cambiar de escalafón y
se convierten en otra cosa. Pasan a escalafones técnicos o profesionales, que
les quita la capacidad de volar”, indicó Morales.
“La gran parte de los pilotos de Austral y Aerolíneas
Argentinas son oficiales de la Fuerza Aérea. Para eso el país gastó un montón
de plata en formarlos para otra cosa”, denunció.
Para cubrir la falta de aviones de combate argentinos, el
Pentágono envió al menos cuatro caza polivalentes supersónicos F-16 para dar
protección al avión presidencial norteamericano. Se trata de aviones con una
velocidad máxima superior a los 1500 kilómetros por hora (hasta Match 2+) y una
altitud operativa de hasta 14 mil metros.
Los F16 de origen norteamericano son aviones conocidos y
apreciados por los pilotos argentinos, por encima de los caza israelíes que el
gobierno de Cristina Kirchner estuvo a punto de comprar. Se estima que
reequipar a la Fuerza Aérea con 14 de esos aparatos costaría en torno a los 300
millones de dólares. De hecho, en la región ya tienen presencia: la Aviación de
Chile tiene 28 operativos.
Referencias : infobae | cadena3
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