Las células de
Kfir utilizadas desde mediados de los 70 y descartadas, por la Fuerza Aérea
Israelí ,durante los 90, ahora son ofrecidas por la empresa IAI (Israel Aircraft
Industries) a la Argentina, bajo la versión
Block 60. Las aeronaves son propulsadas con un motor,de origen, estadounidense General Electric J79. Como innovación, solo ofrecen, poco más, que un radar de barrido Elta 2032, que no hacen a estas
aeronaves equiparables a cazas que operan en la región.
El Kfir es una antigua configuración delta, inspirada en los Mirage. Una copia de aquellos viejos caza bombarderos franceses, que ya fueron descartados, por la Fuerza Aérea Argentina, en noviembre del 2015 tras 40 años de uso.
La dinastía
Mirage, muy venerada por los nostálgicos, ya está culminando. Recurrir a
viejas células deltas, imitaciones setentista, de lo que ya se descartó como
material de vuelo vetusto, es seguir incurriendo en un error inadmisible para
la Argentina.
En la actualidad
los usuarios de Kfir son Sri Lanka, Ecuador y Colombia, este último país, con
varios accidentes de Kfir C.7, también ofrecidos por IAI. Esto hizo que, hoy,
Colombia también esté necesitada de adquirir otros aparatos.
Los viejos Kfir, no
están en ventaja ante ninguna aeronave de combate, moderna, de la región, si lo
comparamos con los F-16 , Mirage 2000 y mucho menos con el Typhoon II como los que operan,
las fuerzas británicas, en la base militar de Malvinas.
Si ante la imperiosa
necesidad de suplir el material aéreo, a una Fuerza Aérea Argentina despojada
de aviones de combate, se recurre a comprar más material anticuado; para seguir
sosteniendo aviones de combate que ya no están a la altura de competir contra
otros cazas regionales. Y en donde ni siquiera pueden ser considerados como cazas interceptores sino
como antiguos cazas bombarderos, sin la capacidad para alcanzar la
superioridad aérea para resguardar, el extenso espacio aéreo argentino.
Gastar fondos públicos en viejas aeronaves de combate, que están varios
escalones por debajo de cazas de 4º generación, hará que el remedio sea peor que la
enfermedad. Ninguna modernización a los viejos Kfir los harán más competitivo
con ningún caza moderno, de la región. Con este material vuelo, la Fuerza Aérea
Argentina, no podrá alcanzar el objetivo
de comenzar a modernizarse, sino de seguir siendo un museo volador.
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