Los aviones 'invisibles' no existen, ya que incluso los
cazas y bombarderos furtivos no representan una gran dificultad para los
radares rusos. ¿Cómo consiguen detectarlos?
Los expertos no utilizan la palabra "invisible"
cuando se refieren a la tecnología de sigilo conocida en inglés como tecnología
'stealth', porque hacer invisible un avión o un cohete con las tecnologías
modernas es imposible, explica el diario ruso 'Rossiyskaia Gazeta'.
Según el periódico,
lo único que se puede hacer es reducir su visibilidad, pero solo en el campo de
visión del radar, lo que representa "el primer talón de Aquiles de un
avión furtivo", pues son visibles a simple vista para un operador del
sistema de defensa aérea portátil de corto alcance y para su cohete de tipo
'dispara y olvida'. Sin embargo, advierte el diario, siempre es mejor derribar
los aviones del enemigo a larga distancia y "no cuando vuelan por encima
de tu cabeza".
Al mismo tiempo,
para la detección a larga distancia existen radiolocalizadores. Un radar común
puede avistar un avión a una distancia de 300 kilómetros, mientras que las
tecnologías furtivas permiten acortar esta distancia, aunque a un alto costo.
A fin de dispersar el haz del radar, los fabricantes de
aviones los hacen un poco angulares y, siempre que sea posible, reemplazan el
metal por materiales reforzados con fibra de carbono o, cuando esto no es
posible, por materiales radioabsorbentes. Para ocultar del radar los
compresores de los motores, una de las piezas de metal más visibles para el
radar, colocan ante ellos unos difusores especiales, capaces de ahogar la señal
de radar.
Las boquillas planas de un avión lo hacen menos visible en
el infrarrojo. Para un mejor 'enmascaramiento' agregan al chorro de propulsión
aire frío procedente de las válvulas de admisión. La cola tradicional del avión
es sustituida en los furtivos por otra en forma de V (la llamada cola
mariposa), menos visible para el radar. Incluso los asientos de los pilotos se
hacen corrugados para disipar la radiación del radar.
En un intento por
hacerlos invisibles, resultan aviones con características de combate muy
debilitadas, ya que no pueden llevar una gran cantidad de armas, todo está
escondido en el fuselaje, y su velocidad y el rango de vuelo son limitados y
puede usar su radar solo con mucha cautela, ya que lo hace muy visible para
otro radar.
El diario destaca un
defecto más: la carestía de los aviones fugitivos. Por ejemplo, el bombardero
estadounidense B-2 Spirit es el avión más caro de la historia, cuyo costo
supera 1,5 millones de dólares, a pesar de lo cual los pueden derribar.
http://actualidad.rt.com/
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