La NASA desarrollará un avión supersónico de cuatro alas
La NASA desarrollará una aeronave de cuatro alas y velocidad supersónica El aparato sería capaz de romper la barrera de sonido sin provocar el ruido de los aviones supersónicos convencionales
NASA apoya la inciativa para diseñar un modelo a pequeña escala de este un nuevo avión supersónico con cuatro alas y capaz de romper la barrera de sonido sin provocar fuertes estruendos. El concepto futurista del aparato con cuatro alas y forma parecida a una estrella de ninja de cuatro puntas, fue ideado por Ge-Chen Zha, un ingeniero aeroespacial de la Universidad de Florida, de Estados Unidos. No obstante su extraña forma, más bien propia de dibujos animados, la NASA escribe en su anuncio que la llamada composición tipo ala volante bidireccional revolucionará los vuelos supersónicos debido a la ausencia del característico ruido parecido a un trueno de cañón, al romper la barrera del sonido, y a su muy alta eficacia aerodinámica. Precisamente, este estruendo en el pasado hizo limitar los vuelos a máxima velocidad del Concorde francés a zonas sin población. El único avión tipo ala volante fabricado en serie es el bombardero estadounidense invisible para radares B-2 Spirit, que debutó en 1989 pero ya está fuera de servicio. La idea de Zha sigue su concepto pero añadiendo otras dos alas, de modo que uno de los pares de alas, el más largo, sirva para los vuelos a velocidades subsónicas y el otro para velocidades supersónicas (con la posibilidad de girar en 90º en pleno vuelo).
El fuselaje de los aviones convencionales están compuesto de un compartimento en forma de tubo, para pasajeros y mercancía, y de dos largas alas insertadas a los lados, de forma simétrica sobre el eje longitudinal, que ayudan a que el aparato se eleve.
"A la hora de alcanzar velocidades supersónicas (superiores a los 1.225 kilómetros por hora del sonido), este diseño no es muy eficiente en términos energéticos, y además provoca una gran explosión al romper la barrera del sonido", explicó Zha en una entrevista.
Según dijo, la clave de su revolucionario diseño -que cuenta con dos cabinas de pilotaje y parece recién salido de la saga de "Star Wars"- es que es simétrico tanto por el eje longitudinal como por el transversal y puede girar sobre sí mismo durante el vuelo para sacar provecho aerodinámico de ambas posiciones.
Así, al despegar, el avión es más ancho que largo y se eleva con facilidad. Una vez en el aire, se pone "de lado", los motores giran y los alerones se estiran, de forma que lo que eran las alas pasan a ser el cuerpo del avión y su anchura y oposición al viento se reducen considerablemente.
"Está diseñado para ser más silencioso, más ligero y mucho más eficiente que otros aviones supersónicos", explicó Zha, quien detalló que su modelo podría consumir un 30 % menos que otros aparatos de este tipo.
“Espero desarrollar un avión para transporte civil que sea amigable con el medio ambiente y económicamente rentable dentro de los próximos 20 o 30 años. Solo imaginen poder volar desde Nueva York a Tokio en cuatro horas en vez de las 15 actuales que tardan ahora”, afirmó Zha. Previamente, el ingeniero estadounidense había mostrado el modelo de la versión militar robótica de la aeronave a la Fuerza Aérea de EE.UU. en la conferencia sobre sistemas no tripulados en 2009. Hoy por hoy, los fabricantes aeronáuticos están dándole vueltas a la idea de aviones supersónicos de pasajeros, pero a diferencia del Concorde francés y Túpolev Tu-144 ruso ya se trata de velocidades hipersónicas (a velocidades de 5 Mach y más). El gigante aeronáutico europeo EADS presentó en la feria aeroespacial de París de 2011 el concepto de tal avión pero los expertos ponen en duda su rentabilidad al considerar que un pasaje en un vuelo de tales características costará como mínimo 10.000 dólares.
Apoyo económico de la NASA
Este futurista diseño de avión bidireccional ha sido merecedor de un préstamo de cien mil dólares de la agencia espacial estadounidense NASA,que tiene un programa para ayudar a financiar proyectos que puedan implicar grandes avances en innovación y una potencial transformación de las misiones espaciales futuras.
"Este avión podría recorrer de Nueva York a Tokio en sólo cuatro horas", explicó el profesor, quien recordó que uno de los grandes problemas de los aviones supersónicos es que consumen mucha energía, porque sus diseños están hechos para que funcionen también a velocidades inferiores a las del sonido.
En ese sentido, recordó que "los aviones siempre tienen que despegar y aterrizar a velocidades subsónicas, y para ello se necesitan amplias alas, que terminan comprometiendo el resultado final".
Con este diseño, dijo, "se puede realizar ambos objetivos a la vez: despegar y aterrizar despacio y luego avanzar a enormes velocidades".
"En la rotación está la clave para resolver el conflicto que siempre hay en los aviones convencionales entre las velocidades subsónicas y las supersónicas", explicó.
En "dos o tres décadas" este avión "podría ser una realidad en el ámbito de la aviación civil", apuntó el profesor, que trabaja en colaboración con científicos de la Universidad Estatal de Florida y que gracias a los fondos recibidos de la NASA podrá continuar con su proyecto.
En su opinión, esos fondos "suponen que la NASA premia el pensamiento audaz", al tiempo que representa "un reconocimiento por parte de las autoridades tecnológicas".
"La viabilidad del proyecto no es sólo cuestión de tiempo, sino más bien de dinero: se necesita dinero porque hay que superar muchas dificultades tecnológicas", explicó.
En cualquier caso, expresó su esperanza de que "en cinco o diez años ya podamos ver vuelos no tripulados en un avión bidireccional supersónico".
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