viernes, 25 de marzo de 2011

IA- 58 Pucará


IA-58 Pucará

El IA-58 Pucará comenzó su desarrollo durante 1966 en la Fábrica Militar de Aviones ( F.M.A.) de Argentina.

El primer prototipo fue un planeador, pero el 20 de agosto de 1966 se motorizó un aparato con turbohélices Garret de origen estadounidenses. En la puesta en marcha para la producción de la aeronáve se demoró mucho tiempo, debido a la falta de instalaciones y de financiamiento, no obstante las primeras entregas de los primeros IA-58 a la Fuerza Aérea Argentina comenzaron en 1976. Para los aviones de serie se eligieron los motores franceses Turboméca Astazou XVIG, que accionaban hélices de origen estadounidenses Hamilton Standard en los primeros aviones de desarrollo, pero más tarde se optaron por las de origen francés Ratier-Forest.


Los asientos eyectables con capacidad de eyección cero-cero Martin Baker Mk APO6A fueron comprados a Gran Bretaña. Los frenos y neumáticos eran Dunlop, la aviónica era principalmente estadounidense y las armas, francesas o belgas. Practicamente el resto del avión fue diseñado y proyectado en Argentina. El Pucará fue el primer avión de combate de diseño nacional puesto en producción después de 30 años.


Pucará

Pucará de Tilcara, Provincia de Jujuy
El nombre Pucará correspondía a unas antiguas fortificaciones de piedras eregidas en lo alto de colinas; construida por los Tilcaras (tribus indígenas que poblaban la Quebrada de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, República Argentina entre los años 1000 y 1480 de nuestra era). Fue un lugar ideal para defenderse de los ataques. Ese nombre fue muy adecuado para el tipo de propósito que fue diseñado el IA-58, el de avión de ataque antiguerrilla es decir atacar desde el aire las partidas guerrilleras que se ocultaban en los montes y campos de varias zonas de Argentina. El Pucará fue diseñado para que fuese capaz de resistir, lo más posible, impactos de balas de armas ligeras disparadas desde tierra. Además, ser capaz de volar con un solo motor en funcionamiento y sobrevivir a varios tipos de daños de combate, la parte inferior de la cabina se ubica una plancha de blindaje inmune al fuego de fusil desde una distancia de 150 m.

El parabrisas es a prueba de balas y ambas cabinas contaban con controles de vuelo.Un requerimiento fundamental era que pudiese operar en forma sostenida desde pistas no preparadas y que su mantenimiento pudiese asignado a personal relativamente inexperto. Asimismo el avión debía tener un alcance y autonomía adecuadas, asi como una maniobrabilidad y un pilotaje óptimos a velocidades modestas. Todos estos factores iban en contra de los aviones de reacción y favorecían la aparición de un aparato de alas rectas y de gran envergadura, equipadas con flaps de elevada sustentación y con dos motores a turbohélice. Los flaps son ranurados, simples, robustos y de accionamiento hidráulico. Por fuera de éstos se hallan los alerones, de mando manual, con un compensador fijo en el derecho y uno eléctrico en el izquierdo.

Uno de sus rasgos más característicos es su voluminosa unidad de cola en ¨T¨, de mando manual e íntegramente metálica, con estabilizadores fijos y compensadores eléctricos en los bordes de fuga de todas las superficies móviles.

El tren de aterrizaje del Pucará es en configuración triciclo, donde las tres unidades de rodaje se retraen hidráulicamente hacia adelante. Sus patas son largas y proporcionan una excepcional luz sobre el suelo para evitar problemas cuando se opera desde superficies desiguales y con cargas pesadas, sus cinco neumáticos están inflados a baja presión para poder operar en superficies firmes, salvo la arena blanda o en la nieve.

Potencia de fuego

El Pucará fue concebido con la intención de vencer al enemigo mediante potencia de fuego. Nos se requería armas ¨inteligentes¨ o perforantes, de hecho se solicitó armamento utilizado por los aviones de ataque al suelo desde 1916 en adelante. Esto establecía, entonces la instalación de armas fijas de tiro frontal, así como la mayor carga práctica de municiones lanzables. Después de considerar el cañón DEFA de 30mm, la elección del arma principal recayó en el Hispano HS804 de 20 mm , del que se montaron dos ejemplares en el interior del fuselaje, por debajo del borde de ataque alar y de manera que sus cañones se extendiesen hasta unas aberturas situadas bajo la proa. Cada pieza cuenta con 270 cartuchos, cargados por abajo. Además, a cada lado del fuselaje se instaló un par de ametralladoras FN-Browning de 7,62 mm, cada una con 900 cartuchos cargados por los lados. Estas armas se hallan junto a la cabina trasera y las aberturas para sus cañones, en los laterales de la cabina del piloto.


 En los tres soportes puede fijarse una amplia variedad de cargas externas. Los tres pueden recibir eyectores Alkan franceses: el ventral es un Tipo 115 preparado para 1000kg, mientras que los subalares (situados al comienzo del diedro positivo de las secciones alares externas) son del Tipo 105, para 500 kg unitarios. La carga externa total está limitada a 1500 kg. En la guerra de Malvinas, las armas más frecuentes fueron las bombas británicas de 454 kg, pero en las islas se encontraron centenares de depósitos lanzables que habían sido llenados con mezcla incendiaria napalm. Las cargas bélicas típicas se describen en una sección aparte , donde explica la forma en que son utilizadas.


En todos los casos, la manera de ataque usual es aplicando plena potencia y llevado el avión en picado ligero, cuanto más pronunciado es éste, también mayor será la precisión, pero también es mayor la altura a la que se deben soltar las bombas y recuperar la maniobra. El único sistema de puntería es un visor reflectante SFOM (anteriormente Matra) Tipo 83A3 convencional. Dicho sistema de puntería puede ser utilizado en cualquier ángulo de picado, dado que el piloto acciona manualmente un interruptor en la empuñadura de la palanca de mando en el momento apropiado. Alternativamente, la tripulación puede optar por emplear el programador Bendix AWE-1 situado en el panel de instrumentos, por el que las cargas pueden lanzarse en cualquier secuencia deseada o de una vez.
Naturalmente, los Pucará tienen instrumentos de vuelo sin visibilidad e iluminación nocturna. Sin embargo, la aviónica es la que podría esperarse en un avión pensado para la guerra de guerrillas más que para un conflicto convencional, y se limita a transmisiones HF y VHF, el ADF, el VOR ( para navegación por radiobaliza en tierra) y el ILS.


Primeras entregas

Las entregas comenzaron en la primavera de 1976, a la 2º Escuadrilla de Exploración y Ataque de la III Brigada. El proceso fue lento, pero el Pucará fue pronto un avión popular y se demostró de fácil pilotaje y mantenimiento. Todos los depósitos, que son autosellantes, se llenan desde una toma ordinaria situada en mitad del fuselaje. Las cargas externas y se instalan en forma sencilla y los cargadores de los cañones y las ametralladoras se rellenen en 20 minutos. La visibilidad desde ambas cabinas es excelente (la trasera está sobreelevada), ambos ocupantes disponen de espejos retrovisores y la cubierta, de una pieza y que se abre hacia atrás, ofrece una visión sin restricciones ni distorsiones.

Pilotaje

El Pucará tiene un carreteo muy simple. El tren delantero asegura una conducción suave incluso sobre las superficies más irregulares gracias a un sistema de amortiguación que rara vez se ha empleado desde el mítico Junkers JU-88 de la II Guerra Mundial. El piloto puede orientar el tren delantero 33º a cada lado, lo que le permite giros muy cerrados para poder maniobrar en pistas estrechas. El despegue es fácil y suave, y solo
en casos de sobrecarga o de falta de espacio se pueden fijar tres cohetes al soporte ventral para conseguir carreras de apenas 90 m. A partir de ese momento prácticamente no hay restricciones y la maniobrabilidad es formidable, como ha demostrado en varios festivales aéreos como los de París y Farnborough. Una característica del motor Astozou es que, aunque funcione a velocidad constante, la potencia se regula gracias al flujo de carburante y al paso de las hélices; el piloto puede elegir un paso tan fino que supone que las hélices actúen como poderosos aerofrenos, hasta el punto que éstos resultan inecesarios.


A principios de su carrera, en 1976, algunos de los primeros ejemplares de serie , de este dócil y vigoroso aparato de combate fueron destinados a la Escuela de Aviación Militar de Córdoba. Desde allí se montaron salidas ocasionales contra las bandas armadas de guerrilleros situados a menos de 500 km de distancia de Tucumán. Se consideró que el comportamiento del avión era el adecuado, a pesar del elevado alcance táctico necesario.

Especificaciones técnicas

Alas

Evergadura; 14,50 m
Superficie alar: 30,3 m²
Flecha; 0º

Fuselaje y unidad de cola

Tripulación: piloto y copiloto en asientos eyectable Mk APO6A
Longitud total: 14,52 m
Altura total 5,36 m
Envergadura de estabilizadores: 4,70 m
Tren de aterrizaje
Tipo triciclo con reuda en el aterrizador de proa y dos en los principales
Distancia entre ejes : 3,48 m

Pesos

Vacio: 4020 kg
Máximo en desgue: 6800 kg
Carga externa máxima: 1500 kg
Combustible interno: 1000 kg
Combustible externo: 1280 kg

Planta motríz

Dos turbohélices Turbomeca Astazou XVIG
Potencia unitaria estabilizada: 978 hp ( 729 kW)

Prestaciones

Velocidad máxima a 3050 m: 500km/h (270 nudos)
Techo de servicio a 6000 kg: 8280 m
Alcance máximo con todo el combustible posible: 3042 km
Régimen ascensional inicial 1080 m/min
Carrera de despegue para salvar un obastáculo de de 15 m: 705 m

Configuraciones de ataque

Ataque al suelo: El Pucará llevar teóricamente racimos triples de lanzacohetes LAU subalares, pero el contenedor interno se suele omitir. Una combinación de bombas y cohetes proporcina flexibilidad y adaptabilidad.

Bombardeo: Las bombas pueden ser lanzadas con gran precisión en taques ligeros picados, auque así también aumenta la vulnerabilidad al fuego antiaéreo. El Pucará es un versátil aparato de combate velóz, mainobrable y con una gran autonomía.


Antipersonal: El napalm es un arma extremadamente efectiva contra personal al descubierto y un complemento idal del Pucará en sus cometidos antiguerrillas. En Malvinas se descubrieron grande existencia de tanques externos lleno de napalm sin utilizar.


Ataque antibuque: gran capacidad de carga pudiendo porta una bomba de 1 tonelada.
En Malvinas se despegó con esta configuración pero la bomba no fue empleada.

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