miércoles, 31 de agosto de 2016

La industria aeronáutica argentina busca su nueva meta, el IA-74


La industria aeronáutica argentina busca alcanzar su nueva meta, el IA-74 tras el vuelo del IA-100

FAdeA luego de estar prácticamente paralizada y ser utilizada, más, con fines políticos que aeronáuticos, comienza a concretar algunos de sus proyectos pendientes como el IA-100.

Los directivos y técnicos de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) comenzaron a trabajar con requerimientos de la aviación civil y militar para darle forma al prototipo del futuro entrenador IA-74 luego de que el demostrador tecnológico IA-100, primer avión diseñado y construido por la empresa en más de treinta años volase por primera vez el 8 de agosto pasado.

El IA-100 demoró apenas 18 meses desde su concepción teórica hasta su primer aterrizaje exitoso. Concebido a fines de 2014 como un proyecto para que jóvenes ingenieros de FAdeA puedan aplicar sus conocimientos de diseño y desarrollo en un demostrador que aproveche las capacidades tecnológicas de la planta de Córdoba e integre componentes de casi una docena de PyMEs del sector.

Ratificado por las nuevas autoridades de la empresa estatal, el proyecto que durante los próximos meses completará cerca de 40 horas de vuelos de ensayo también comenzó a tomar nota de las necesidades de la Fuerza Aérea Argentina y de aeroclubes de todo el país en la formación elemental de pilotos, con el objetivo de darle forma al prototipo de entrenador IA-74, que aspiran a presentar en vuelo, certificado y listo para la producción en serie dentro de 18 meses.

La integración de casi una docena de PyMEs tecnológicas argentinas en el desarrollo y producción de muchos de sus componentes consolida el crecimiento industrial del sector y apuntala el sostenimiento logístico del futuro entrenador, que desde FAdeA estiman que podría ser la opción más accesible para el reemplazo de cerca de 250 aeronaves de distintos aeroclubes del país que ya están próximas al final de su vida útil.


El ingeniero a cargo del proyecto IA-100, Juan Vidal de 29 años, indicó que “ver volar el demostrador fue una satisfacción muy grande porque fue el broche de todos los pasos previos con los que fuimos cumpliendo; es la satisfacción del deber cumplido para cerrar esa etapa y abrir una nueva con la campaña de vuelos de ensayo y la proyecciòn de este programa como producto que atienda a las demandas del mercado”.

Vidal señaló que “lo que FAdeA desarrolló en este demostrador tecnológico es un entrenador elemental, pensado para cubrir necesidades del sector civil y militar que a la vez permita estandarizar soportes logísticos; una propuesta para que los aeroclubes tengan una plataforma única de entrenamiento y que desde la respuesta a ese sector vida al producto”. También sostuvo que “si hay empresas PyMEs con capacidad de responder a requerimientos de componentes aeronáuticos siempre va a ser para FAdeA más económico y eficiente contratarlas y ayudar a que se desarrollen que invertir en esas piezas recursos propios que deberían concentrarse en las cosas que las PyMEs no pueden hacer como integración, diseño y desarrollo y que son responsabilidades que la empresa debe tomar para liderar el sector”, agregó.

Vidal señaló que “lo que FAdeA desarrolló en este demostrador tecnológico es un entrenador elemental, pensado para cubrir necesidades del sector civil y militar que a la vez permita estandarizar soportes logísticos; una propuesta para que los aeroclubes tengan una plataforma única de entrenamiento y que desde la respuesta a ese sector vida al producto”.

El proyecto cuenta de cuatro fases:

Fase 1: consta de un demostrador tecnológico de última generación; monomotor y ligero, de configuración lado a lado (side by side), ala baja y tren de aterrizaje fijo. Cuenta con capacidad de vuelo por instrumentos IFR.

Fase 2: se trata de un avión utilitario y con aviónica simplificada, con certificación FAR23 y tren de aterrizaje fijo.

Fase 3: desarrollado a partir de la fase dos. Concluiría con un avión de uso militar, con certificación FAR23, capacidades acrobáticas y un tren de aterrizaje retráctil. Su designación sería IA-74.

Fase 4: es la última fase. Se fabricaría un avión de enlace para uso tanto civil como militar, utilitario de cuatro plazas, con certificación FAR23, con un motor más potente, con opción de alternar la aviónica o la configuración del tren de aterrizaje.


El gerente de Fabricación de FAdeA, Carlos Espinedo, indicó que “el IA-100 está referenciado en la norma FAR 23 de certificación aeronáutica que tiene 1.600 puntos que cumplir, y aunque no lo certifiquemos oficialmente este demostrador va a cumplir con casi todos esos requerimientos; para que cuando trabajemos en un prototipo que sí deba ser certificado tengamos muchas cosas resueltas”
“Creemos que 18 meses es un plazo absolutamente prudente para producir y certificar el prototipo del IA-74; el proceso más largo va a ser precisamente el de su certificación porque debemos demostrar que cumpla con todos los puntos de la norma”, añadió.


El funcionario estimó que “sería posible que en un plazo de entre un año y medio y dos el prototipo esté certificado y tengamos una línea lista para comenzar la primera producción seriada del IA-74”.

El presidente de FAdeA, Ercole Felippa, dijo a Télam que “este modelo es que tiene que ser un avión de un costo competitivo y por eso estamos direccionando este demostrador IA-100 hacia el prototipo IA-74 que puede encontrar muchas oportunidades en nuestro mercado local”.

“La industria aeronáutica genera un enorme efecto derrame, no solo en los puesto de trabajo de altísima calificación, sino un derrame de desarrollo tecnológico, porque para ser proveedor de partes de avión hace falta un grado de desarrollo que no es para cualquier empresa”, completó.

Fuentes : Télam | Wikipedia


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