El Solar Impulse 2 sobrevuela islas Azores |
Histórico cruce, de un avión solar, del Atlántico
Por primera vez en la historia de la aviación, un avión
solar cruzó el Atlántico, en un vuelo de tres días con energía renovable como
único combustible, que terminó este jueves con un aterrizaje en Sevilla, en el
sur de España.
El aeroplano Solar Impulse 2 despegó desde Nueva York y
aterrizó en Sevilla tras 71 horas y 8 minutos de vuelo en solitario sin
interrupción.
"Es la primera travesía del Atlántico por un avión
solar!", aseguró el aventurero Bertrand Piccard, el piloto del aparato
agotado pero feliz, esperando que los líderes mundiales encuentren también ese
"espíritu pionero" necesario para la promoción de las energías
limpias.
El avión experimental Solar Impulse 2 aterrizó en el
aeropuerto de Sevilla poco antes de las 07H40 locales (05H40 GMT), al término
de la 15 etapa de su vuelta al mundo con el sol como único carburante, tras 71
horas y 8 minutos de vuelo en solitario sin interrupción.
"No era un vuelo fácil, había que abrirse camino entre
las nubes, pasar por encima, soportar las turbulencias", declaró el piloto
suizo de 58 años. Pero, en cuanto fue posible "intenté simplemente
impregnarme de esta experiencia, que es mágica", agregó en una entrevista
telefónica.
Reconoció haber pensado durante el vuelo en el aviador
estadounidense Charles Lindbergh, otro pionero de la aviación, que por primera
vez había volado entre Nueva York y París en solitario y sin escalas, en 1927.
El propio Piccard ya ha cruzado en dos ocasiones en Atlántico en globo.
"Lindbergh quería conectar el mundo gracias a los
viajes en avión, pero yo querría participar en el desarrollo del uso de las
tecnologías limpias", explicó. El avión despegó de Nueva York el lunes a
las 02H30 (06H30 GMT) y los internautas pudieron seguir la travesía en directo,
gracias a unas cámaras instaladas en cabina, cola y alas del avión.
"íBravo, ha sido magnífico verlo", felicitó al
piloto desde Mónaco el príncipe Alberto, uno de los padrinos de la expedición
que pasó la noche en un centro de control del principado, donde ingenieros y
técnicos se abrazaban, felices de haber participado en esta aventura.
Plena exhibición aérea
A su llegada a la capital andaluza, el aparato de largas
alas y silueta ultrafina fue recibido con un desfile de aviones de caza y una
patrulla de las fuerzas aéreas españolas. "Llegué en medio de un
exhibición aérea, fue absolutamente extraordinario, me mantuvo despierto",
le respondió Piccard al príncipe de Mónaco.
Y, después de aterrizar, el piloto lanzó un eslogan.
"íEl futuro es limpio y empieza ahora!", dijo alabando la eficacia de
las nuevas tecnologías sostenibles para preservar los recursos naturales del
planeta.
"Que la aviación comercial funcione con energía solar
está todavía muy lejos. Pero todas estas tecnologías se pueden aplicar en
tierra", explicó. El proyecto se financia gracias a la colaboración de
empresas privadas y los donativos de particulares.
El avión debe todavía hacer una etapa en Egipto antes de
volver a Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, de donde partió el 9 de
marzo de 2015, haciendo después sucesivas escalas en Omán, India, Birmania,
China, Japón y Estados Unidos.
El suizo Piccard proviene de una familia de científicos,
inventores y aventureros. Su abuelo Auguste inspiró al belga Hergé para crear
el personaje del profesor Tornasol de la serie del intrépido periodista Tintín.
En esta vuelta al mundo, Piccard alterna el pilotaje con su
compatriota André Borschberg, de 63 años, otro aventurero y defensor de las
energías limpias.
Este último había pilotado el monoplaza durante su etapa más
larga, entre Nagoya, en Japón, y el archipiélago estadounidense de Hawái en el
Pacífico: 8924 kilómetros en cinco días y cinco noches, el vuelo más largo de
la historia de la aviación.
Después, el avión había sido inmovilizado en Hawái durante
diez meses para una puesta a punto, en particular de sus baterías, antes de
retomar el vuelo sobre Estados Unidos.
Piccard llegado a Sevilla, España |
El aparato sólo pesa 1,5 toneladas, pero de un extremo al
otro de sus alas mide 63 metros, como los aviones comerciales más grandes del
mundo, tipo Boeing 747. Esta hecho de fibra de carbono y es apodado "paper
plane" (avión de papel).
Vuela a una velocidad media de 50 km/h gracias a sus
baterías de litio que almacenan la energía solar captada por 17.000 células
fotovoltaicas instaladas en las alas. Los dos pilotos anunciaron este jueves la
creación de un Comité Internacional de las Energías Limpias, destinado a
convertirse en "un interlocutor creíble para quienes necesiten saber cómo
utilizar estas tecnologías".
Piccard, aviador pionero
P: ¿Cómo trascurrió la travesía?
R: "Las nubes y las turbulencias me dieron mucho
juego... No fue un vuelo fácil. Había que abrirse camino entre las barreras de
nubes, sobrevolar las nubes... Ha sido un vuelo bastante táctico. Ha habido
momentos en que había que ser muy piloto y otros en los que podía relajarme y
pensar realmente en lo que estaba logrando".
"Estuve muy concentrado durante el primer día y el
segundo me dije: 'ya está, estoy sobre el Atlántico'. El tercer día, me decía a
mí mismo: 'mi sueño se está realizando, tal vez llegue a España, tal vez haga
realmente esta primera travesía de avión solar sobre el Atlántico y tengo que
disfrutarlo'".
"Durante el vuelo (71 horas y ocho minutos), dormí muy,
muy poco, es cierto. Pero es tan fantástico: tienes todo el océano a tu
alrededor, todo el cielo, y vuelas con la fuerza de la naturaleza, con el Sol.
Es una armonía excepcional. He querido aprovechar cada momento".
P: ¿Tuvo la impresión de estar escribiendo una página de la
Historia?
R: "Este vuelo, llevo 17 años esperándolo. Hace 17 años
que tuve esa visión de un avión solar que volase de día y de noche, que diese
la vuelta al mundo, que cruzase los océanos. Cuando por fin se cumple, es un
momento mágico".
"Por supuesto, pensé en Lindbergh (Charles, el primer
aviador que cruzó el Atlántico en solitario en 1927) porque lo conocí cuando yo
tenía 11 años. Estábamos los dos en el despegue del Apolo 12 (segunda misión
espacial que envió hombres a la Luna en 1969) y, para mí, Lindbergh es uno de
esos héroes que hizo lo que nadie creía posible".
"Es un estado de ánimo que hay que alentar y un camino
a seguir. Por eso pensaba en Lindbergh. A mí, me gustaría (...) participar en
el desarrollo del uso de las tecnologías limpias. Falta la voluntad de hacerlo.
A la gente, en los gobiernos, en las empresas, le falta ese espíritu pionero
que haría que todas las tecnologías fueran utilizadas en el día a día".
P: ¿Y ahora?
R: "Nos quedan en principio dos etapas más, una que
André Borschberg (su compañero) hará hasta Egipto, y la última, que haré yo si
todo va bien a principios de julio para llegar hasta Abu Dhabi".
"Será el momento de usar todo lo que hemos hecho, todo
lo que hemos logrado hasta ahora para impulsar realmente las tecnologías
limpias. Ayer, anuncié junto a André la creción del Comité Internacional de
Tecnologías Limpias. Hace falta un organismo internacional neutro que sepa de
lo que habla y que pueda aconsejar a los gobiernos y a las empresas en fución
de su situación geográfica, climática, social, económica, meteorológica, etc.
íEso hace falta!
"Que la aviación comercial funcione con energía solar
está todavía muy lejos. De momento, sólo logramos transportar a una persona.
Pero todas estas tecnologías se pueden aplicar al 97% de la energía consumida
en tierra".
"De hecho, no es tanto nuestro estilo de vida lo que
contamina, sino las viejas tecnologías que todavía utilizamos".
"Yo creé hace dos años 'Future Is Clean', que agrupa ya
a 420 asociaciones. Tenemos padrinos importantes: el príncipe Alberto de
Mónaco, Richard Branson (fundador de Virgin y aventurero apasionado de los
globos aeroestáticos), y Al Gore (exvicepresidente de Estados Unidos y Premio
Nobel de la paz por sus esfuerzos contra el cambio climático). Pero ahora,
queremos ir más lejos. El objetivo es estructurar todo eso para darle una
verdadera existencia".
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