La Fuerza Aérea como la Aviación Naval Argentina quedaron sin aviones de combate,sus cazabombarderos e interceptores fueron desprogramados, y solo un puñado de entrenadores IA-63 Pampa II y biturbohélice IA-58 Pucará se mantienen operativos en la Fuerza Aérea. Sin embargo, Argentina no puede caer en el error de seguir comprando antiguallas, en donde el remedio puede ser peor que la enfermedad. Si para una diezmada Fuerza Aérea, que debió desprogramar muchos sus antiguos aviones de combate, con 40 años de uso, la oferta son más aeronaves antiguas, el futuro de dicha institución seguirá siendo paupérrimo.
Actualmente el Mirage F1 es una vetusta aeronave, sin poder
de disuasión, por lo que sería de un costo innecesario mantenerlos en vuelo. Es perentorio aeronaves de combate que se
ajusten a la época y no que atrasen a ella.
Ningún país, prudente, de la región aceptaría antiguos Mirage
F1, en su Fuerza Aérea, como reemplazo a viejos Mirage, sacados de servicio,
por las mismas causas. Sin ninguna transición todo aquel antiguo material aéreo, que nunca tuvo un
reemplazo, dejó a la aviación militar practicamente despoblada. Se sostuvo un ¨museo volador¨ y no se procuró construir una Fuerza
Aérea moderna.
Los Mirage F1 franceses
La Fuerza Aérea francesa retiró del servicio activo a sus
Mirage F1 en junio del 2014.
El Mirage F1 fue construido en varias versiones por el
fabricante AMB-BA, actualmente Dassault Aviation. Los Mirage F1 operaron desde
el Escadron de reconnaissance 2/33 Savoie, desde la Base Aérea N º 118 en
Mont-de-Marsan, los últimos cazas operativos de este tipo fueron las versiones
Mirage F1B y Mirage F1CR, el primero empleado para entrenamiento y el segundo
en misiones de reconocimiento táctico.
Con la retirada de los F1CR , la función de reconocimiento
táctico será asumida en el futuro por los aviones de combate Dassault Aviation
Mirage 2000D, modificada por Thales Systèmes Aéroportés según un contrato firmado
con la DGA (Direction Générale de l' Armement).
Dassault Mirage F1 del Ejército del Aire de Francia |
Marruecos es uno de los pocos países que mantienen en vuelo
a estos viejos aparatos, eligiendo a la empresa, francesa, Sagem para
modernizar la flota existente.
Cabe destacar que el Ejército del Aire de España también desprogramó, tras cuarenta años de uso y varios accidentes, sus Mirage F1 en 2013, e igualmente pretendió venderselos a la Argentina.
Un reemplazo urgente pero no a cualquier costo
Un reemplazo urgente pero no a cualquier costo
Reemplazar un material anticuado con más material anticuado,
no es una opción inteligente. No tener un plan de defensa y además intentar comprar antiguos cazas, a Francia, socio británico, es continuar entregándole, al Reino
Unido, la llave para controlar el funcionamiento de la Fuerza Aérea o de la
Aviación Naval que tampoco cuenta con repuestos para sus cazabombarderos, Dassault
Breguet Super Etendard, comprados a Francia a principio de los ´80. Los Super
Etendard franceses son más actualizados que los argentinos, por lo que, para una modernización de dichas aeronaves se requiere, indefectiblemente, de un acuerdo con
Francia.
Argentina debería buscar mercados, alternativos, con buen material
aéreo. Rusia no está condicionada a las presiones británicas y el material de
vuelo es excelente, el impedimento yace en lo económico, y en la política
exterior. Una compra de armamento a Rusia no sería bien visto por EE.UU., socio
inseparable del Reino Unido, quien tiene un enclave colonial en las Islas
Malvinas, y apostó por desoír los reclamos argentinos, por la soberanía de las islas; instalando una base de la OTAN, donde
operan 4 cazas EFA Typhoon II y desde donde se victimizan acusando a la
Argentina de ser una amenaza.
La compra de F-16 usados puede ser una opción, algo más digna para la Fuerza Aérea, pero hasta no producirse un encuentro, previsto para los próximos meses, con EE.UU., no habrá nada en concreto.
Solo bombarderos
Solo bombarderos
El concepto de superioridad aérea se dejó de lado y se
adoptó el concepto de una Fuerza Aérea, programada solamente para ataques terrestres.
Prueba de ello fue la adquisición de 32 antiguos cazabombarderos Skyhawks A-4M,
durante fines de los 90. Hoy ni siquiera esas viejas aeronaves, remodeladas,
tienen repuestos para volar.
Skyhawk A-4R Fightinghawk de la Fuerza Aérea Argentina |
Los A-4M, comprados por Argentina, actualizados y
renombrados como A-4R FightingHawk, con células algo más nuevas, el diseño básico de esos aviones proviene de los años ´50, creado
exclusivamente, para ataques al suelo, participaron en la Guerra de Vietnam.Fueron
utilizado, por la Fuerza Aérea Argentina y la Armada Argentina, en sus
versiones A-4P, A-4C y A-4Q, durante la guerra de Malvinas. La última guerra aeronaval, de la historia, en la que se atacó a una flota de guerra, la británica, al estilo de
la 2º Guerra Mundial, soltando bombas de caída libre, sobre los objetivos.El arrojo de los pilotos argentinos le ocasionó
grandes pérdidas a la flota británica. No obstante, las tácticas del combate
aéreo, moderno, le dejan todo ese trabajo a la aviónica y al sistema de misiles
inteligentes, que una vez lanzados, llegan al objetivo sin siquiera acercarse o
tenerlos a la vista, la aeronave atacante. Reduciendo así, el riesgo de pérdida del
piloto y de la aeronave.
La Aviación Naval Argentina utilizó esa tecnología durante
la Guerra de las Malvinas lanzando misiles ,antibuque, AM-39 Exocet sobre la flota
británica desde sus cazabombarderos Super Etendard, lo que permitió a la
Argentina obtener máximos resultados con poco riesgo de vida.
Sin caza interceptores
Hasta su desprogramación definitiva los viejos interceptores Mirage III argentinos, y sus
derivados,no tenían capacidad para operar durante la noche.De esta manera, se
dejó en el olvido la defensa, del espacio aéreo, quedando la aviación militar
argentina, prácticamente, sin aviones de combate.
Dassault Mirage III EA de la Fuerza Aérea Argentina |
Ante la dificultad que representa la adquisición de nuevo
material de vuelo, tanto para la Fuerza Aérea como para la Aviación Naval, debido
a la dependencia existente, los precios prohibitivos, y las presiones
británicas. Argentina debe trazar un plan de defensa, transversal a todos los
gobiernos, comenzando con la reactivación
la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). Proyectar aeronaves que se ajusten a
las necesidades del país. Un caza polivalente de diseño nacional, cuyo proyecto
a largo plazo, puedan reducirse con la ayuda de otras industrias aeronáuticas, que
colaboren con Argentina, en dicho emprendimiento. Como el caso del IA-63 Pampa,
un entrenador avanzado, de diseño argentino, que contó con la asistencia de la
empresa Dornier Flugzeugwerke de Alemania. Aunque puede parecer una utopía, hay
que destacar que la Argentina ya está obteniendo grandes logros, en el campo
aeroespacial, desarrollando un cohete o lanzador espacial, como el proyecto
Tronador II. Un gran avance que podrá colocar, en órbita, satélites propios o
de clientes que soliciten ese servicio. De la misma forma el país puede volver
a desarrollar una industria aeronáutica propia y mantener a su Fuerza Aérea
activa. Hoy los IA-63 Pampa II, fabricados en la otrora Fábrica Militar de Aviones argentina, actual FAdeA, son los impiden el cierre definitivo, de la VI Brigada Aérea de Tandil, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, que quedó prácticamente inactiva luego de la
desprogramación de sus viejos Mirage III EA, IAI Dagger/Finger y Mirage M5
¨Mara´, no quedando ningún interceptor supersónico operativo.
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