El Solar Impulse 2
El nuevo avión de la empresa Solar Impulse, que codirigen
Piccard y Borschberg, tiene una
envergadura alar de 72 metros, más que un Boeing 747, pero es infinitamente más
liviano: solo pesa 2.300 kg, tanto como un coche, gracias a que está realizado
en fibra de carbono.Puede alcanzar una altura máxima de 8.500 metros y una velocidad de 90 km/h a nivel del mar yes;"que a máxima altitud llega a los 140 km/h. Su
velocidad mínima es de 36 km/h a nivel de mar y de 57 km/h a máxima altitud.
El Solar Impulse 2 incorpora 17.248 células fotovoltaicas y baterías de litio de última generación para almacenar la energía eléctrica, y está preparado para soportar temperaturas de 40 grados bajo cero por la noche y 40 grados por el día. El avión despegará dentro de un año desde algún lugar de la zona del Golfo Pérsico, por determinar, y volará sobre el Mar de Arabia, India, Birmania, China, el Océano Pacífico, Estados Unidos, el Océano Atlántico y el Sur de Europa o el Norte de África.
Solar Impulse 2 es la versión mejorada de Solar Impulse 1,
proyecto que lleva ya 12 años de desarrollo y en el que ha participado un
equipo multidisciplinar de 80 especialistas.
Los pilotos viajarán en una cabina, monoplaza, de 3,8 metros
cúbicos desde la que se monitorizará las constantes vitales de quien comande el
vuelo en cada momento, a fin de detectar cualquier posible anomalía.
Piccard y
Borschberg tendrán que alimentarse a
base de una comida especial y sólo podrán dormir durante 20 minutos, algo para
lo que llevan meses entrenando y que piensan superar con ayuda de técnicas de
relajación y auto hipnosis. El aparato podrá permanecer en vuelo hasta cinco días y cinco noches sin tener que
aterrizar.
El Solar Impulse 1
Solar Impulse dió la vuelta a EEUU en 2013, en una aventura
bautizada como Across America que comenzó el 3 de mayo en San Francisco
(California) y concluyó el 6 de julio en New York.
El vuelo tuvo una duración total de 105 horas, 41 minutos y
un recorrido de 3.511 millas (más de 5.600 kilómetros), a una velocidad media
de 28,8 nudos (51,8 kilómetros por hora). Piccard y Borschberg pilotaron
alternativamente el Solar Impulse con paradas en las ciudades de Phoenix,
Dallas-Fort Worth, St. Louis, Cincinnati y Washington DC.
El avión hizo escala en cada una de estos puntos y para así
dar la oportunidad al equipo de organizar visionados públicos y reuniones
políticas con representantes de alto nivel, entre ellos el Secretario de
Energía, Ernest Moniz, con el fin de para promover las tecnologías limpias, la
eficiencia energética y las energías renovables.
Solar Impulse también ha aterrizado en Madrid, en julio de
2012, en un vuelo internacional –Crossing Frontiers– que le llevó hasta
Marruecos y que permitió también a los pilotos del equipo Solar Impulse
adquirir experiencia técnica y logística cara al vuelo alrededor del mundo.
El Solar Impulse 2
El Solar Impulse 2 es el sucesor del primer prototipo, el Solar Impulse 1, que permitió a sus creadores hacer varios vuelos de larga duración en Europa y Marruecos y cruzar Estados Unidos en 2013, con varias escalas, siendo los primeros en lograrlo con un avión de este tipo.
Los pilotos
En palabras de Bertrand Piccard “el Si2 no ha sido
construido para llevar pasajeros, pero sí para transmitir un mensaje a la
humanidad. De hecho, queremos demostrar la importancia del espíritu pionero,
para animar a la gente a cuestionar lo que siempre han dado por sentado. El
mundo necesita encontrar nuevos caminos para mejorar la calidad de la vida
humana. Las tecnologías limpias y las energías renovables son parte de la
solución.”
La mayor preocupación del equipo es, por supuesto, la
seguridad de los pilotos, que llevarán a bordo un sofisticado sistema de
monitorización para comprobar, constantemente, sus constantes. El sistema
detectará si existe alguna anomalía o se ha excedido algún límite; en cuyo caso
hará saltar una alarma. Además, André y Bertrand, que sólo podrán dormir cuatro
horas diarias, han aprendido técnicas de hipnosis y meditación para mantener la
concentración y el estado de alerta durante el vuelo.
La cabina de 3.8 m cúbicos tiene espacio para el suministro
de oxígeno, la comida y el equipo de supervivencia; además de módulos
ergonómicos para permanecer en el aire durante varios días. Los asientos,
multifunción, se reclinan, son cama, baño e integran el paracaídas y una balsa
salvavidas.
La pregunta evidente, es cómo se ha diseñado y programado
este vuelo sin precedentes.
Construcción
El 31 de octubre de 2014, en Suiza y junto al Si2, la
división de aviación de Dassault Systèmes, explicó al mundo cómo, a partir de
un software que salió al mercado hace 33 años, y que va por su sexta versión,
los técnicos decidieron desarrollar dos programas concretos que pudieran
materializar la idea Piccard-Borschberg: uno para el diseño de las alas y otro
para simular el comportamiento de las mismas durante el vuelo.
De esta forma, mediante la combinación de ambos productos,
se consiguió crear y simular la esencia de una aeronave con alas de 72 metros
–más anchas que las de un Boeing 747- sobre las cuales se han montado 144
piezas que alojan las placas solares. Para la estructura, fabricada en fibra de
carbono, se han utilizado láminas que pesan sólo 25g/m2; lo que las convierte
en tres veces más ligeras que el papel.
3D Experience
La milagrosa herramienta está basada en la plataforma 3D EXPERIENCE
y responde a la demanda de muchas empresas de disponer de programas cada vez
más complejos. Por eso, Catia combina diseño industrial, ingeniería mecánica,
arquitectura de sistemas eléctricos e ingeniería de sistemas; de modo que, con
un modelo de trabajo colaborativo, los equipos de diseño, los estudios de
proyectos y los departamentos de ingeniería puedan trabajar de forma conjunta
para optimizar la estética y la técnica de esos prototipos que surgen en las
pantallas, en formato 3D.
En términos de ingeniería mecánica, esta herramienta de
modelado 3D conjuga el prototipo virtual con el análisis y la simulación
digital, para crear virtualmente y analizar los productos mecánicamente en su
entorno de funcionamiento.
Por lo que respecta a la arquitectura de sistemas
eléctricos, este recurso aporta el estudio de requisitos funcionales, lógicos y
físicos que facilitan el trazado del proyecto desde los datos iniciales hasta
el resultado final y la ingeniería de sistemas de Catia resulta básica para
evaluar las soluciones de modificación o desarrollar variantes y productos
nuevos a través de un rendimiento unificado que optimiza el coste total de
desarrollo.
Minimizar riesgos
Bertrand Piccard, presidente y piloto de Solar Impulse, de
familia de exploradores e inventores, es la persona que emprendió el reto de
diseñar y construir un avión capaz de dar una vuelta al mundo consumiendo
exclusivamente energía solar y, así, demostrar que es posible hacerlo usando
una fuente de energía alternativa. Los orígenes de esta idea hay que buscarlos
en 1999, cuando el piloto batió el record de permanencia en vuelo y consiguió
completar la primera vuelta al mundo en globo aerostático sin escalas.
Sin embargo, la hazaña le dejó una inquietud, el miedo a
quedarse sin gas. “La situación fue tan estresante –explica- que me prometí a
mí mismo que la próxima vez que realizara un vuelo alrededor del mundo sería
sin combustible y ese fue el comienzo de la aventura Solar Impulse”.
Ahora, todo está a punto y listo para llevar a cabo el
desafío.
Pruebas de vuelo antes de la hazaña
El Solar Impulse 2, efectuó lunes 23 de febrero, por la
mañana un nuevo vuelo de ensayo desde Abu Dabi, antes de emprender una vuelta
al mundo el sábado 7 de marzo, indicaron los responsables del proyecto.
Despegando a las 06H30 (02H30 GMT) del pequeño aeropuerto de Al Bateen, y
volviendo una hora más tarde sin problemas, precisaron los responsables.
Se trata del tercer vuelo de ensayo del Solar Impulse 2
desde Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, y el primero de Bertrand
Piccard, uno de los padres del proyecto, desde esta ciudad del Golfo.
La vuelta al mundo
Con la próxima vuelta al mundo, los cofundadores suizos del
proyecto, Bertrand Piccard y André Borschberg, quieren demostrar que las
tecnologías limpias y las energías renovables permiten lograr cosas
consideradas hasta ahora como "imposibles".
Si todo sale tal como está previsto, el Solar Impulse II despegará,
el sábado 7 de marzo, desde Abu Dabi para dar la vuelta al mundo en 12 etapas,
pasando por India, China y Nueva York y sobrevolando océanos sin haber
consumido una gota de carburante.
El avión recorrerá 35.000 kilómetros a una velocidad modesta
(entre 50 y 100 km/h). La vuelta al mundo, a 8.500 metros de altitud como
máximo, le llevará cinco meses, de los cuales 25 días de vuelo efectivo.
El
regreso está previsto a Abu Dabi a finales de julio o comienzos de agosto.
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