Despegó la cápsula Orion que podría llevar al hombre a Marte
Despegó de Cabo Cañaveral, Florida, la cápsula Orion de la
NASA, cuya misión será realizar un vuelo corto alrededor de la Tierra a fin de
poner a prueba tecnologías clave para llevar a los humanos a Marte.
La partida, prevista para el jueves, había sido postergada
el jueves debido a fuertes vientos y a problemas técnicos con el cohete Delta.
La cápsula es relativamente similar en su forma a las naves
Apolo que llevaron al hombre a la Luna en los años 60 y 70, pero es más grande
en tamaño y sus sistemas son de avanzada.
Dado que es la primera vez que sale al espacio, no lleva
tripulantes.
No obstante, la NASA considera este ejercicio como un evento
significativo.
Orion está siendo desarrollada a la par de un nuevo y
poderoso cohete que hará su propio debut en 2017 o 2018.
Juntos, serán las herramientas esenciales para enviar a los
humanos más allá de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en
inglés), a destinos como por ejemplo el Planeta Rojo.
Dos vueltas y a regresar
A su regreso, ingresará en la atmósfera a una velocidad de
cerca de 30.000 kilómetros por hora.
El reingreso en la atmósfera les permitirá a los ingenieros
evaluar el funcionamiento de su escudo térmico, que deberá resistir 2.200
grados centígrados de temperatura, producto de la fricción.
También será una oportunidad para ver cómo funciona el
paracaídas, cuando la cápsula caiga en las aguas del Pacífico mexicano, cerca
de la Península de Baja California.
Aunque el proyecto Orion es de la NASA, la cápsula fue
construida por la empresa Lockheed Martin.
No obstante, la NASA controla de cerca que el diseño cumpla
con los requisitos especificados.
El problema de la radiación
Un buen ejemplo de esto es la protección contra la radiación
incorporada en la cápsula.
La radiación es uno de los mayores peligros para los viajes
a las profundidades del espacio, y se espera que los sistemas de Orion puedan
lidiar con este desafío.
"Vamos a atravesar regiones del cinturón de radiación
de Van Allen, debido a que estamos quince veces más arriba que la estación
espacial", le explicó a la BBC Mark Geyer, manager del programa Orion de
la NASA.
"La ISS no tiene que lidiar con la radiación, pero
nosotros sí, y también cualquier vehículo que vaya a la Luna. Eso es un
problema muy grande para las computadoras".
"Estos procesadores son ahora muy pequeños, son muy
buenos para la velocidad, pero son muy susceptibles a la radiación".
Eso es algo que tenemos que tomar en cuenta y ver cómo
funciona, añade Geyer.
La misión es un pequeño paso en un extenso programa de
desarrollo.
Sin los recursos de la era Apolo, la NASA solo puede avanzar
a paso lento.
Incluso si la cápsula ya estuviese en funcionamiento, junto
con su cohete, la agencia espacial estadounidense no podría organizar una
misión a otro cuerpo planetario porque la tecnología para llevar a cabo
operaciones en la superficie no está desarrollada.
Cooperación internacional
Esto preocupa a algunos observadores como al historiador John Logsdon, quien duda que la política actual sea sostenible.
"El primer lanzamiento con una tripulación a bordo está
pensada para 2020, 2021, y luego, aunque la NASA tiene planes, no hay nada
definido", le dijo a la BBC.
"Eso es muy lento para mantener a los equipos
encargados del lanzamiento alertas, para mantener a todos comprometidos".
"(Las cosas) siguen un curso marcado por la falta de
dinero, no por las dificultades técnicas", añade Logdson.
Una solución posible es involucrar a socios internacionales.
Según el historiador, esto puede ayudar a darle un poco más
de impulso y velocidad a la exploración espacial.
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