
Argentina canceló su deuda con Grob Aircraft por la compra de 10 entrenadores Grob TP 120
En medio del corsé a la salida de divisas el Gobierno
canceló la deuda de la fábrica estatal de aviones Brigadier San Martín con el
grupo aeronáutico alemán Grob. El viernes pasado la Fábrica Argentina de
Aviones (FAdeA) giró el tramo final (unos 400 mil dólares) de un contrato de
19,4 millones de euros por la adquisición de 10 aviones Grob TP 120 de origen
alemán destinados al entrenamiento de pilotos militares. A partir de ahora el
dueño legítimo de la escuadrilla de los entrenadores turbopropulsados Grob 120
TP es FAdeA que los alquila a la Fuerza Aérea para la formación de pilotos bajo
un programa de "pay per hour" (pago por hora de vuelo).
El primer lote -cuatro aviones-arribó al país en julio de
2013; los vuelos de instrucción de los aspirantes del Curso Básico Conjunto de
Aviador Militar (CBCAM) comenzaron en agosto de aquel año.
Los seis restantes no llegaron porque el Gobierno interrumpió
los pagos fijados en el contrato. La política de control de divisas y de pagos
externos del Banco Central obligó al presidente de FAdeA, Matías Savoca, a
escalonar las erogaciones entre la constelación de proveedores, nacionales y
extranjeros, de la fabril estatal. Los nuevos aparatos se transportarán por
buque y estarían en el país a fin de noviembre.
Entre el 25 y el 28 de agosto pasado viajó a la localidad
alemana de Mattsies-Tussenhausen, a 90 kilómetros de Múnich, donde se encuentra
emplazada la empresa aeronáutica Grob Aircraft AG, una delegación de FAdeA
encabezada por el ingeniero aeronáutico Lautaro Carioli, director manager,
junto al ingeniero Carlos Conci, jefe del Sistema Grob y tres técnicos.
Asistieron a jornadas de intercambio de experiencias con sus pares de Grob. Carioli
fue portador de un nuevo esquema de pagos que Grob aceptó y culminó el viernes
último.

Es cierto que el CEO de Grob Aircraft, Andre Hiebeler, un
self made man de los negocios, apasionado jugador de polo, advirtió que sólo
entregaría los seis aviones contra la cancelación total de la deuda, pero
también lo es que FAdeA tenía cinco aeronaves ya saldadas y sólo restaban pagos
parciales por uno.
Lo de FAdeA no fue sólo trabajo financiero; se priorizó el
objetivo político de regularizar la instrucción de pilotos y lograr egresos en
un año para lo cual es imperioso contar con las 10 aeronaves en la línea de
vuelo.
FAdeA tendrá que arreglarse con nueve, porque la aeronave matrícula
E-501 fue dañada por el capitán José Comincini en una maniobra de inexplicable
impericia para un instructor de vuelo; la reparación costará 350 mil dólares.
Averió la estructura, el tren de aterrizaje y la hélice, que fueron reparados
en FAdeA, y el motor que se envió a una recorrida a la planta de Rolls Royce en
Malta.
http://www.ambito.com/
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