La tragedia del Airbus 330 de Air France
El vuelo 447 de Air France, un avión Airbus 330-203, que cayó al mar mientras volaba desde Río de Janeiro a París, causando la muerte de los 228 pasajeros y la tripulación a bordo, produjo un gran misterio acerca de las causas que lo habían ocasionado.
En el mes de abril del 2011 se habían encontrado algunos cuerpos. Según lo expresaba la ministra de Medio Ambiente, Nathalie Kosciusko-Morizet, en una conferencia de prensa junto con miembros de la oficina de investigación de accidentes de Francia, BEA. El hallazgo de aquellos restos del accidente, en un radio de búsqueda de 10.000 kilómetros cuadrados, aumentaba la esperanza para encontrar las cajas negras.
La caja negra
Turbina sumergida en una fosa a 4.000 m de profundidad |
En un reporte del accidente se dijo que era imposible establecer una causa clara sin más datos de las cajas perdidas.
Finalmente a unos 4.000 metros de profundidad la caja negra y las grabaciones de voz fueron halladas para poder aclarar así, la caída del Airbus 330-200, lo único que se sabía hasta entonces era que el avión registró problemas en sus medidores de velocidad al afrontar un temporal.
Sin embargo, esos problemas normalmente no deberían provocar la caída de un avión, desde el que además no se emitieron señales de alarma.El avión de Air France desapareció luego de ingresar a un sistema de tormentas sobre el Atlántico pocas horas después de despegar.
El hecho de que los restos hallados estuvieran concentrados en un área tiende a apoyar la teoría de que el avión habría explotado sólo cuando impactó en el mar.
Errores humanos y técnicos
El informe final afirma que las sondas de velocidad fallaron y confundieron a los pilotos.
Tres años de espera pasaron para saber que la peor catástrofe aérea de la historia de Air France fue por una suma de “factores técnicos y humanos”. Esta fue la explicación que dio la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) ayer a la tarde sobre la caída del avión Airbus 330, del vuelo Río–París, el 1° de junio del 2009, con sus 228 muertos. Llamaron a un mejor entrenamiento de pilotos, instructores e inspectores además de dar 25 recomendaciones para prevenir otra tragedia.
Parte del empenaje vertical del sector de cola |
La BEA afirma que el drama se inició con el mal funcionamiento de las sondas de velocidad Pitot, fabricadas por la empresa francesa Thales, que condujeron a incoherencias temporarias de la lectura entre las diferentes velocidades que aparecen en el tablero del Airbus 330. Desde entonces han sido reemplazadas por la empresa en todos sus aviones.
“La tripulación estaba en un estado de pérdida casi total de la situación”, dijo Alain Bouillard, director de la investigación.
El comandante Marc Dubois estaba descansando cuando se inició la tragedia y sus dos copilotos menos experimentados ignoraron la alerta “Stall”, que se encendió repetidas veces durante los tres minutos y medio en que el avión caía. En el informe mencionaron una mala gestión de la sorpresa por parte de los pilotos y una absoluta incomprensión de la situación que atravesaban . Pero también remarcaron una falta de formación de los pilotos de Air France frente a una situación inusual.
La BEA cree que los pilotos “fueron inducidos al error por los directorios de vuelo (instrumentos de trayectoria del avión), que han podido conformar a la tripulación en sus acciones, así inapropiadas. El directorio de vuelo daba órdenes de subir al aparato que probablemente han influido sobre el piloto”, dijo el director del BEA, Jean Luc Troadec. “Cuando uno ha perdido consciencia de la situación, uno se agarra a lo que tiene el hábito de seguir,” precisó.
Al conocerse los resultados de la investigación, Airbus –que comenzará a construir aviones en Estados Unidos– prometió que tomará “todas las medidas necesarias” para mejorar la seguridad aérea. La BEA dijo que el mismo accidente podría haber ocurrido a otras tripulaciones.
Muchas de las familias de las víctimas se mostraron decepcionados : creen que hay una responsabilidad de la empresa Airbus pero que el informe no menciona por intereses comerciales.
Air France emitió un comunicado. “El informe de BEA describe una tripulación que reacciona en función de la información suministrada por los instrumentos y el sistema de a bordo y del comportamiento del avión que era perceptible en la cabina”, indicaba. “La lectura que hicieron no les permitió aplicar las acciones apropiadas”, sostuvieron, tras rendir homenaje al “coraje” del comandante y sus copilotos y los pasajeros.
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